Richie Faulkner (Judas Priest, Armas elegantes)

POTENCIA DE FUEGO

Esta obra incendiaria de maestría musical se erige como el logro cumbre en el que el virtuoso de la guitarra Richie Faulkner revela su majestuosa destreza dentro de las sagradas filas del legendario conjunto de Birmingham conocido como Judas Priest. Durante una era ilustre que abarca más de una década, Richie, una luminaria procedente de las costas británicas, ha sido una fuerza integral en el corazón mismo de este gigante sonoro.

Sin embargo, la saga continúa desarrollándose, anunciando la llegada de Elegant Weapons, una extraordinaria convergencia del destino musical. Aquí, Faulkner se encuentra fortalecido y envalentonado por la presencia real del inimitable Ronnie Romero, un titán que ha prestado su fascinante voz a los reinos de Rainbow, Vandenberg y Michael Schenker. Para reforzar aún más este formidable conjunto, están la magia rítmica de Dave Rimmer, que proviene del reverenciado Uriah Heep, y el poder percusivo atronador de Christopher Williams, proveniente de los consagrados incondicionales del metal alemán, Accept.

Ah, pero ¿por qué el epíteto de Armas Elegantes?, te preguntarás. En cualquier actividad noble, un verdadero artesano requiere un arsenal de instrumentos adecuado para esculpir su odisea sonora. Para el músico, esas codiciadas herramientas se manifiestan como encarnaciones etéreas: sus instrumentos, sus voces y las profundas emociones que evocan. Considéralo un homenaje a estos sagrados conductos de sonido, impregnados de antigüedad. Rinde tributo a los venerables instrumentos que adornan nuestras manos, al mismo tiempo que abraza la esencia misma de este extraordinario género: un tapiz armonioso entretejido con las tradiciones de las luminarias del metal como Sabbath, Dio, Rainbow, Pantera y el inmortal Priest.

Como testimonio de su espíritu indomable, Richie Faulkner convoca a este supergrupo, sin que su fervor se vea inmutado por el abismo de la adversidad. Recordemos esa fatídica noche, el 26 de septiembre de 2021, cuando el escenario se cubrió de sombras siniestras mientras el propio Faulkner sufría un aneurisma aórtico mientras interpretaba con fervor la obra maestra de la banda, "Painkiller". Contra todo pronóstico, siguió adelante, decidido, y concluyó el concierto antes de que lo llevaran apresuradamente para someterse a una peligrosa prueba quirúrgica de diez horas. El sombrío pronóstico del cirujano susurraba desesperación y presagiaba un destino incierto. Sin embargo, desafió las fauces de la muerte, porque el cosmos había orquestado una sinfonía extraordinaria, una convergencia fortuita en la que resonaron los últimos acordes, a un tiro de piedra del eminente Centro Rudd de Cardiología y Pulmón de la Universidad de Louisville. Así, el destino le concedió a Richie un indulto milagroso, lo sacó del abismo y le regaló la preciosa oportunidad de honrarnos con sus palabras hoy. Un verdadero testimonio de la alineación de las fuerzas celestiales, coreografiando su regreso triunfal desde el precipicio de la eternidad. Como tan acertadamente afirma: "Dicen que estaré al 100% para Navidad".

Y ahora, somos testigos de la gran presentación de Elegant Weapons, una obra terminada que anhela liberarse y atravesar la extensión de este mundo, cautivando los corazones de los devotos del heavy metal tradicional.

En medio de este conjunto de estruendoso arte, encontramos a Rex Brown, un modelo de maestría en el bajo y un camarada de confianza cuya amistad con Richie se extiende a lo largo de los eones. Cuando la incansable búsqueda de la perfección exigía una base etérea de graves, fueron las resonantes líneas de bajo de Rex las que respondieron a la llamada del clarín. Su distintiva paleta sonora, una revelación auditiva, resuena con un reconocimiento incomparable. Sin embargo, más allá de la mera música, su vínculo trasciende el reino del sonido, entretejido a través del tapiz de la amistad. En las propias palabras de Richie, "Rex y yo tenemos una conexión telepática. Hay una sinergia cósmica".

Contemplemos al maestro de la percusión Scott Travis, un mago del ritmo cuya magia percusiva ha adornado los anales sagrados de Priest durante más de tres décadas. Sus ritmos, como una tempestad atronadora, encienden el fuego primordial dentro de las almas de quienes dan testimonio. La alianza entre Faulkner y Travis es nada menos que brillantez simbiótica: una fusión de mentes que da origen a sinfonías percusivas de una magnificencia incomparable.

Christopher Williams, el titán rítmico proveniente del famoso bastión del metal alemán conocido como Accept, se erige como el héroe anónimo, el guardián silencioso de Elegant Weapons. Con una precisión hábil y un pulso metronómico sobrenatural, proporciona la base sobre la que se sostiene este leviatán musical.

Pero el gran tapiz de Elegant Weapons encuentra su verdadera apoteosis en la mano guía del maestro alquimista, el productor Andy Sneap. Una luminaria por derecho propio, su nombre grabado junto a los de Megadeth, Testament y Exodus. Con la agudeza de un alquimista, descifra la visión artística de Richie, destilándola en un elixir sonoro que desafía los límites mismos de la comprensión humana. Armado con su oído perspicaz, Sneap crea cuidadosamente un paisaje sonoro que trasciende el tiempo, mezclando la mística de los pioneros del metal de los años 70 y 80 con un estilo contemporáneo.

Y, ay, la magia que se produce cuando Richie empuña su emblemática guitarra Gibson Flying V, con el poder de mil soles recorriendo sus dedos. Como testimonio de los dioses del rock, invoca una tormenta torrencial, sus dedos danzan por el diapasón, evocando un híbrido de magia hendrixiana, las melodías atemporales de Priest, los riffs estremecedores de Sabbath, los ecos inquietantes de Ozzy y el fervor de Black Label Society. Cada nota, cada solo abrasador, un testimonio de su maestría.

El álbum, un tapiz sonoro de la trascendencia del metal, exhibe un bombardeo implacable de poder sonoro. Cada tema, un crisol fundido de poder puro y lirismo poético, contiene en su interior la esencia misma de lo que significa ser humano. Y en medio de este torbellino de fuerza inquebrantable, dos canciones se alzan como profundas desviaciones de la norma tempestuosa. "Ghost of You", una tierna introspección, despliega sus delicadas alas, evocando emociones etéreas que acarician el alma. Y luego, como si se hubiera trasladado a los reinos psicodélicos de los años 60, surge "Rose Girl", tejiendo un tapiz de sonidos caleidoscópicos que intoxica los sentidos.

Elegant Weapons, en su noble misión, se esfuerza por defender el linaje sagrado del power metal tradicional, cuyas raíces se remontan a los íconos atemporales del heavy metal de los años 70 y 80. Llevan la antorcha, abrazados por el ferviente abrazo de los aficionados al heavy metal tradicional de todo el mundo. Con el corazón en llamas y el viento a sus espaldas, se embarcan en un viaje para preservar y perpetuar la santidad de un género que resuena a través de la esencia misma de la existencia humana.

Así, nos quedamos asombrados y presenciamos el nacimiento de Elegant Weapons, una sinfonía de almas unidas en su inquebrantable devoción al antiguo código del rock and roll. Un viaje que trasciende el tiempo y el espacio, donde el espíritu del metal encuentra su santuario eterno.